Algunos instrumentos de evaluación según su finalidad educativa

Hoy os traigo una infografia extraída del libro “10 ideas clave. Evaluar para aprender” de Neus Sanmartí. Tiene un capítulo muy interesante donde se habla de la variedad en los instrumentos de evaluación. Ya sabemos que la LOMLOE insiste en el uso de instrumentos diversos y variados para observar a los alumnos utilitzando diversas metodologías de evaluación.

Pues bien, este capítulo se abre con dos citas que clarifican bastante este tema:

En la variedad está el gusto

Dicho popular

Si tienes como instrumento un martillo, tienes tendencia a tratar todo como un clavo, pero también es cierto que un instrumento te puede ayudar a hacer un buen camino

Veslin, 1988, p. 184

Después, trata de distinguir algunos tipos de instrumentos según la función que queremos que tenga la evaluación. En el capítulo se ofrecen algunos ejemplos (habría más) y algunos se repiten en diversas funciones, porque depende del uso que se les dé en cada situación de aprendizaje.

Aquí tenéis la infografia, haced clic en ella si la queréis tener en pdf:

“Aprendiendo a aprender” de Héctor Ruiz

Este libro de Héctor Ruiz habla de neuroeducación, con las bases correspondientes de la neurociencia.

¿Cómo aprende nuestro cerebro? Consejos prácticos y fundamentados sobre ciertos aspectos que afectan directamente a cómo aprende el cerebro: la concentración (la teoría cognitiva, la atención, la memoria (o mejor, dicho, memorias), las estrategias, establecer conexiones neuronales, el olvido (el estudio espaciado, la importancia del descanso), la transferibilidad del conocimiento, la motivación (las mentalidades, el autoconcepto, la autoeficacia), el autocontrol y la autorregulación emocional.

Un libro imprescindible para todos los educadores, para comprender cómo funciona el cerebro cuando aprende y sustentar la práctica sobre bases científicas. Aspectos como la transferibilidad de la competencias clave, que ahora están explícitos en la LOMLOE, se aclaran aquí de una manera concisa que seguro que a más de uno nos dan pistas sobre como trabajarlas en los centros.

También es un libro muy útil para todo aquel estudiante que busque que sus prácticas sean efectivas y coherentes con el funcionamiento del cerebro cuando aprende.

Retroalimentación en la evaluación formativa: modelos de Anijovich y Wilson

Hoy vamos a hablar de cómo hacer una buena retroalimentación tanto para el alumnado como para las familias. Se acerca otra vez el final de la evaluación, y con ella la elaboración de los informes cualitativos en el marco de la LOMLOE.

Sin duda, este trimestre tendremos una idea un poco más clara de cómo queremos elaborarlos, fruto de la preocupación y la reflexión, y de la propia valoración de los informes elaborados en el primer trimestre.

Como siempre procuramos apuntar en este blog, lo mejor cuando en educación nos sentimos perdidos en algún aspecto es buscar referencias científicas que nos ayuden a dirigir la práctica, ya sea en materia de neuroeducación, o de expertos especializados en algún campo de la educación.

Aquí os traemos una infografia que resume dos modelos para la retroalimentación en la evaluación formativa que no pretenden dar ninguna calificación del aprendizaje, sino promover la mejora y la revisión constantes: el modelo de Rebeca Anijovich y el de Daniel Wilson.

Rebeca Anijovich

Rebeca Anijovich es especialista y Magister en Formación de Formadores y Titular en la Licenciatura de Educación en la Universidad de San Andrés, en Argentina, además de asesora pedagógica en escuelas de México, Ecuador y Chile.

Entre sus publicaciones sobre educación se encuentran muchas referencias a la evaluación y a la retroalimentación acompañando el proceso de aprendizaje tanto de alumnos en educación obligatoria como de alumnos de universidad.

Daniel Wilson

Daniel Wilson es el director del “Project Zero” de la Universidad de Harvard, cuya función es fortalecer el pensamiento y la creatividad de las artes en la educación. Esta iniciativa ya cuenta con más de 50 años de andadura. Wilson se enfoca en los retos que supone el siglo XXI para la educación y en la necesidad de que los estudiantes se hagan preguntas a sí mismos a un nivel profundo que les permita desarrolar una mente creativa a la par que crítica, abierta, responsable y dispuesta a responder a estos retos.

Los modelos de estos dos autores para la retroalimentación constan de una serie de pasos que nosotros/as podemos adaptar a nuestros informes, ya que conforman una buena estructura para dar a los estudiantes la información relevante a nivel formativo. Estos modelos serian los siguientes:

Antes de llegar a la infografia, son necesarias algunas reflexiones: imaginemos que cada especialista de un centro realiza su retrolimentación en el informe cualitativo siguiendo uno de estos modelos. La información en el informe de un solo alumno/a puede ser muy extensa. Por ello, vamos a dar algunas recomendaciones, a sabiendas de que muchos docentes ya habrán pensado en ellas:

  • Omitir información que ya se haya dado en el informe del primer trimestre y que suponga repetir información sin ningún aporte nuevo (que no sea necesaria). También podemos omitir la información que ya le hayamos transmitido a la familia y que no sea necesario plasmar en el informe.
  • Ceñirse al desempeño del estudiante en las situaciones de aprendizaje/proyectos, etc. del segundo trimestre.
  • Redactar las frases de manera que no sean complejas ni extensas, sino cortas y concisas: tienen que dar la información relevante que queremos que llegue a las famílias economizando el lenguaje y de manera asertiva y profesional. Para esto, podemos mirar modelos de informes de compañeros o centros que ya lo lleven haciendo más tiempo, como por ejemplo los/las compañeros/as de infantil.
  • Si los especialistas quieren dar un feed-back de un aspecto del alumno que es bastante general (no es exclusivo de su área, como por ejemplo el desempeño en la lectoescritura, en el trabajo en grupo, aspectos de relaciones sociales, intrapersonales…), conviene ponerse de acuerdo con el tutor/a para que esta información no esté repetida y sea coherente.
  • Del mismo modo, los tutores/as tienen que revisar el informe para asegurarse de que no se está repitiendo información, es decir, asegurar que el informe sea eficiente (esté bien estructurado, con partes debidamente separadas y marcadas).

Qué podemos hacer más?

Añadir elementos visuales que ayuden a las famílias a identificar las partes del informe, como iconos, títulos resaltados. También que ayuden a entender a las famílias aquello que se ha llevado a cabo (hay centros que incluso incluyen documentación gráfica).


Por último, aquí tenéis la infografia en pdf para que la podáis descargar, ampliar e imprimir. Eso sí, está en valenciano. Como siempre digo, cuando disponga de tiempo pasaré materiales a castellano.

Evaluación formativa y evaluación calificadora ¿tiene sentido que convivan?

Primero, vamos a definir estos dos conceptos:

Evaluación formativa

Es la que observa todo el proceso de aprendizaje y por tanto es inherente a todo el proceso desde el principio. Este tipo de evaluación tiene las siguientes ventajas:

  • Permite hacer una valoración del alumno en cualquier momento, pues se disponen de datos y valoraciones permanentes acerca de sus aprendizajes.
  • En el momento que se presenta alguna dificultad, es más fácil detectarla y actuar en el momento, para que pongamos los medios didácticos necesarios para que el alumno pueda superarla.
  • El punto anterior favorece que no sea el alumno el que se adapta al sistema, sino que sea el docente el que sea capaz de regular ese proceso para que se adecúe a la situación del alumno.
  • También permite detectar más fácilmente el tipo de actividades que favorecen el aprendizaje de cada alumno.

En resumen, la evaluación formativa se encarga de garantizar que los medios del sistema son adecuados a las característica de los implicados en el proceso evaluado.

Evaluación calificadora

Resulta apropiada para la valoración de procesos que se consideran terminados. Su finalidad es medir, determinar el valor de ese producto final (sea un producto en sí o un grado de aprendizaje). No se pretende mejorar nada con esta evaluación de manera inmediata (se pueden proponer medidas de mejora, pero a largo plazo), ya que se realiza al final, sino valorar finalmente.

Como se puede ver, este tipo de evaluación no es adecuada para aplicar al desarrollo de procesos, sino que es la apropiada para valorar o medir resultados finales.

Por ello hemos de tener cuidado en su aplicación, ya que una de las confusiones más frecuentes en educación es la de realizar muchas evaluaciones calificadores (exámenes o pruebas) durante el curso, pensando que así estamos evaluando mejor el proceso, cuando lo que provoca esto realmente es que concibamos (nosotros y los alumnos) la evaluación como un instrumento comprobador, sancionador y de poder.

“Este error seria el equivalente a querer evaluar la calidad de las aguas de la corriente de un río deteniendo el río cada 100 metros. Los aprendizajes no se suman a otros: se reorganizan unos con otros, se apoyan, reestructuran el saber y el hacer del niño/a. Un proceso no se debe valorar como si estuviera compuesto de apartados estancos.” (Casanova, 1997)

¿Pueden convivir estos dos tipos de evaluación?

Sí, pueden y es necesario que convivan porque para que un proceso de evaluación sea justo y completo, se complementan por lo distintas que son. Necesitamos evaluar de manera natural y justa el proceso del alumnado, y también necesitamos medir ese nivel de desempeño de alguna manera al final de todo el proceso. La evaluación calificadora necesita de la formativa porque cuando llega el momento de calificar, la formativa ya se debe haber encargado de que tanto nosotros como el alumnado haya podido observar su propio aprendizaje y haya tenido oportunidad de mejorarlo, de manera que la calificación es una medición que haremos al final de todo ese proceso.

Justamente es necesario que vaya acompañada de una evaluación formativa, como hemos explicado antes, para procurar que los estudiantes hayan tenido ocasión de equivocarse, darse cuenta y poder volver a intentarlo las veces que haya hecho falta, para que este tipo de evaluación calificadora garantice el mayor grado de desempeño posible.

Podríamos hablar mucho más de los dos tipos de evaluaciones, ya que un paso más seria pensar cómo realizar esa evaluación formativa de manera eficaz y eficiente y cómo debería ser esa evaluación calificadora y qué características deberia tener. Ambas cuestiones tienen complejidad, no son fáciles de resolver. En todo caso, lo que sí que hay que entender en un inicio es que estos dos tipos de evaluación no son un “versus” incompatible, sino que son complementarias y no tiene sentido, para la la práctica, utilizar una sin la otra.

Fuentes:

  • “Evaluación. 10 ideas clave”, de Neus Sanmartí
  • “Manual de evaluación educativa”, de Maria Antonia Casanova

Evaluación: la rúbrica de punto único

La rúbrica de punto único es una herramienta que resulta menos costosa de elaborar que la rúbrica descriptiva pero que exige una valoración más lenta de una tarea. Puede ser eficaz para tareas concretas que necesiten de esas puntualizaciones que no tenemos más remedio que escribir de manera descriptiva.

Las características de esta rúbrica son:

  • Ofrece retroalimentación a los estudiantes sobre sus fortalezas y debilidades.
  • Ofrece orientación y directrices para que los alumnos puedan mejorar de una manera creativa y autónoma.
  • No pretende calificar, por lo que elimina la competitividad.
  • Promueve y da más valor a la experiencia de realizar la tarea (el proceso) que a la nota que se va a obtener al final.

Este tipo de rúbrica es muy interesante cuando el agente evaluador es el propio alumno/a (autoevaluación) o los compañeros/as (coevaluación) ya que exige un nivel profundo de reflexión sobre el propio aprendizaje (metacognición).

Al final de esta entrada tenéis la estructura de esta rúbrica y un ejemplo, sacado de la magnífica web de Santiago Moll “Justifica tu respuesta”, cuyo enlace tenéis en la imagen. Desde su web podéis descargaros la rúbrica en formato editable.

Recordad que ya hemos hablado en otros posts sobre evaluación de que es necesario vincular los instrumentos que hacemos con aquellos criterios de evaluación que pretendemos evaluar, ya que ello nos ayudará a hilar la evaluación y a realizar los instrumentos de acuerdo a lo que la normativa nos pide que observemos.

Fuente: creación propia
Fuente: https://justificaturespuesta.com/rubrica-de-un-solo-punto-una-evaluacion-formativa/

La rúbrica

Empezamos una serie de entradas dedicadas a instrumentos de avaluación con uno de los más populares, ya que es muy adecuado para llevar a cabo una evaluación formativa y además puede “conectar” esa parte formativa con la cualificadora. Hablamos de la rúbrica.

Características:

  • Demanda tiempo para elaborarla, aunque luego es rápida y se puede utilizar a largo plazo, haciendo los ajustes necesarios.
  • Es necesario tener especial cuidado en la redacción de los criterios para que realmente reflejen y se ajusten al desempeño de los alumnos.
  • Promueve la evaluación contínua y por tanto formativa.

¿Qué hay que tener en cuenta a la hora de hacerlas?

  • Exigen cuidado en su aplicación para que las tareas abiertas, con desempeños acertados que no aparezcan en la rúbrica, se valoren apropiadamente (Brookhart, 2013).
  • Precisan cuidado para no terminar dando todo el valor a las calificaciones al constituir una nueva forma de derivar evaluaciones sumativas, lo que pone a los estudiantes de nuevo en la lógica de esforzarse por obtener un buen puntaje en lugar de pensar más profundamente sobre sus aprendizajes (Kohn, 2006).
  • Tiene que estar directamente relacionada un criterio o criterios de evaluación.

¿Qué hay que evitar?

  • Confundir los resultados que se estaban midiendo (asignar puntaje a más de una área de habilidad de contenido a la vez, sin reconocer las habilidades separadas).
  • Calificar características extrañas.
  • Calificar contando partes o componentes en vez de buscar evidencias de calidad en el resultado o los resultados que se estaban pidiendo.
  • Calificar por cosas que los alumnos no tenian competencia para hacer.

¿Cómo hay que redactar los criterios de desempeño en cada uno de los niveles?

¿Cómo hay que redactar los ítems a evaluar?

Libros de notas musicales

Este recurso puede utilizarse tanto para repasar como para evaluar los conocimientos sobre lenguaje musical que hayamos visto. Se trata de algo muy manipulativo que puede formar parte perfectamente de nuestra biblioteca de aula. Es de los pocos recursos que tengo hechos y no he utilizado sistemáticamente (sólo lo he hecho en casos puntuales), pero cuando lo he hecho me ha venido muy bien.

El libro de notas musicales consiste en un libro de tarjetas de visita, de esos que podemos encontrar fácilmente en las tiendas y que son bastante económicos, y utilizarlo con tarjetas de notas musicales en tres formatos: la nota en el pentagrama, la nota escrita con letras y la indicación de su posición en el pentagrama. Es un recursos muy fácil de hacer incluso a mano, como lo hice yo, ya que podemos fácilmente recortar cartulinas a tamaño tarjeta y dibujar nosotros mismos en cada una.

Seguramente es uno de esos recursos que acabaré haciendo en digital para poder imprimir las tarjetas y que queden mejor, pero de momento aquí tenéis la idea por si queréis ponerla en práctica.

Escalera de metacognición / Escala de metacognició

Hoy os traigo una de las escaleras de metacognición que tenia hecha por ahí pero nunca había compartido en redes. La he utilizado al final de este trimestre y nos ha ido muy bien para la autorreflexión y para hacer un balance del trimestre.


Avui us porto una de les escales de metacognició que tenia feta per ahí però mai havia compartit en xarxes. L’he utilitzada al final d’aquest trimestre i ens ha anat molt bé per a fer autorreflexió i també una valoració del trimestre.

Escalera-de-metacognición

RÚBRICA PARA LA LECTURA/RÚBRICA PER A LA LECTURA

Ordenando carpetas de rúbricas, me he encontrado con esta que utilicé para evaluar la lectura en el aula de 1º y 2º de primaria. Os la cuelgo en odt i pdf por si queréis cambiar el peso que val cada indicador.


Ordenant carpetes de rúbriques, m’he trobat amb aquesta que vaig utilitzar per avaluar la lectura a l’aula de 1r i 2n de primària. Vos la penje en odt i pdf per si li voleu canviar el pes que val cada indicador.

Manitas de autoevaluación (segunda parte) / Manetes d’autoavaluació (segona part)

Aquí os traigo otras “manitas de autoevaluación” que me han funcionado mejor en primero de primaria. Tal y como expliqué en las otras, las trabajo mucho en un primer momento en gran grupo para que entiendan muy bien cómo funcionan.

¿Cómo funcionan? Los alumnos tienen que pintar del color que quieran cada una de las manos a medida que van completando las tareas de evaluación que se especifican debajo.


Ací us deixo unas altres “manetes d’autoavaluació” que m’han funcionat millor a primer de primària. Tal i com vaig explicar en les anteriors, les treballo molt en un primer moment en gran grup per a que entenguen molt bé com funcionen.

Com funcionen? Els alumnes han de pintar del color que vulguen cadascuna de les mans a mesura que completen les feines d’avaluació que s’especifiquen a baix.


Versión en castellano
Versión en castellano
Ejemplo de aplicación en una ficha de las manitas